Cuando escuchamos mi marido y yo por primera vez esta expresión en la Feria Diocesana que tuvimos en enero, ya nos resultó un tanto extraña. Una alianza, además de ser el anillo que simboliza el matrimonio, es un pacto o unión entre dos o más partes que persiguen fines comunes. Y nosotros nos preguntábamos en aquellos momentos: ¿verdaderamente se puede llegar a una alianza entre la familia y la empresa? ¿Qué es lo que se está pretendiendo mediante la Fundación Familia y Educación de nuestra Diócesis? ¿Cómo el COF –Centro de Orientación familiar- puede ser nexo entre la familia y la empresa?
Nosotros, como matrimonio y familia, tuvimos que echar mano del COF en un momento crítico de nuestra vida hace unos años; en un momento que parece ser que la gran mayoría de los matrimonios tienen, esos momentos críticos que se llaman “crisis” y que lo que te dice la sociedad de hoy es que “no sufras”, “tú vales mucho”, “más vale sola que mal acompañada”, “no merece la pena seguir luchando- aguantando”, “sepárate en cuanto puedas”…
Gracias al COF nuestro matrimonio no solamente se salvó, sino que creció, creció en plenitud, creció en alegría, en confianza, en comunicación, en fe, en respeto y sobre todo creció en amor: “en la salud y en la enfermedad, en las alegrías y en las tristezas… durante todos los días de nuestra vida y hasta que la muerte nos separe…”
La muerte nos separó a Roque y a mí este pasado 31 de marzo, domingo de Resurrección. Jamás pensé que podría amar tanto a mi marido. Amor verdadero, no pena ni compasión. Amor maduro, amor poderoso, amor del bueno… Y es que el COF nos enseñó a amar de verdad: dándonos cuenta de que el mejor momento es el presente y que todo lo que pasó nos sirve para mejorar e ir cincelando todo aquello que no vale o sobra y quedarnos con lo que realmente da sentido a nuestra vida y a nuestra felicidad. El COF nos enseñó a darnos cuenta de que conforme pasa el tiempo, nuestro amor, nuestro matrimonio… es cada vez mejor. ¡Y así fue! ¡Y así es!
Gracias a este GRAN DESCUBRIMIENTO, me solicitaron ir a dar testimonio el viernes, 31 de mayo, al Campo de Golf de “La Marquesa” en Ciudad Quesada (Rojales). Allí se iba a presentar la ALIANZA FAMILIA-EMPRESA entre el COF y la empresa de LA MARQUESA.
Y qué bendición de día: la bienvenida a los pies de la Plaza de la Virgen de Medjugorje; poder escuchar la explicación de este Alianza bajo la voz de Elena Bermúdez; poder darme cuenta de que existen empresas o mejor dicho personas, que funcionan como personas y no como simplemente empresas, preocupándose por el bienestar y felicidad de sus trabajadores. Y así lo transmitieron José Ángel y María, dos personas que saben perfectamente que para que funcione bien una empresa, lo primero es que sus trabajadores sean felices y contagien esa felicidad. Ellos se han volcado en esta Alianza y así se lo transmitieron a sus trabajadores. La jornada acabó en la misma plaza de la Virgen de Medjugorje escuchando diferentes testimonios de profesionales del COF y, como os decía al principio, nuestro propio testimonio.
Para acabar, solamente quisiera decir que ojalá existan más empresas comprometidas como lo es LA MARQUESA. Ojalá hayan más empresas que tomen el riesgo de invertir en felicidad, no solamente en trabajo. Ojalá todos nos demos cuenta de que el verdadero sentido de la vida es sentirnos felices y hacer sentir felices a los demás. Si esto todavía no lo hemos descubierto, estamos perdiendo el tiempo.
Amparo Cos Boj (Gracias a Elena Bermúdez, a José Ángel Quesada y a María por confiar en mí y en “nuestro testimonio”).